¿AMBIENTE POSITIVO O RENDIMIENTO ACADÉMICO?

Desde que empecé a trabajar como maestro me di cuenta de algo que luego sería clave en mi trabajo: disfruto más en un aula con buen ambiente.

Es algo obvio, ¿verdad? Supongo que cada uno de nosotros entramos con más ganas en una clase en la que los niños y niñas tienen un clima positivo, sonrisas, cariño y todo lo que debería traer un niño de serie.

Visto que 'necesito' ese buen rollo, comienzo cada curso con un objetivo principal: mejorar el clima y, con ello, la confianza entre ellos y conmigo. Intento que entrar en el aula merezca la pena, con una puerta llamativa, y alguna decoración chula por dentro. Pienso algún eje temático para al menos el primer trimestre, y busco su motivación hacia ese eje.






El primer día de clase, el día que nos conocemos, es clave. Sonrisas, dar confianza, intentar conocernos bien, darles tiempo para presentarse, hablar de sus gustos, sus miedos, utilizar el humor, el cariño... Toda una caja de herramientas sociales positivas.

Pero después hay que seguir apuntalando este buenrollismohacer las clases divertidas, seguir ganando confianza. Las asambleas matutinas son clave para conocernos mejor, para abrirnos. También tener momentos de distensión, de relajación, de juego, de hacer algo especial, utilizar las dinámicas de grupo para crear cohesión. Introducir el cooperativismo como una herramienta positiva de clima de aula. Evitar que los errores de nuestros peques sean castigados; tener palabras de afecto, remarcar los logros, abrazoterapia, conseguir un aprendizaje emocional que será clave en su vida. Involucrar a las familias en este ambiente positivo...

Podría no acabar nunca. Y he aquí el problema dicotómico del título: cómo gestionar el tiempo en el aula para llevar acabo el objetivo de clima positivo y no perder el norte de lo académico.
Son much@s los compañer@s que he visto a lo largo de los cursos en los que solo miran por tirar del temario, intentar acabar el libro, dar fichas... Y en muchos de estos casos quejarse de lo mal que va tal clase, o de que no siguen las explicaciones. Si por casualidad comentas que quizás iría mejor cambiando el clima, pero que esto conlleva usar todas las estrategias que puse arriba, se llevan las manos a la cabeza diciendo que entonces sí que no tendrían tiempo para terminar temarios, y que los niñ@s se quedarían sin aprender la geometría (últimos temas siempre de los libros de mates), o el summer de inglés.

Yo soy de una idea totalmente contraria: no perdemos el tiempo con nuestras dinámicas y juegos, LO INVERTIMOS en un clima, unas ganas, una alegría, que luego serán combustible para el aprendizaje.
Además, creo que hay veces que las prisas no permiten posar los aprendizajes, asentarlos en sus cabezas para que sean más duraderos; más calidad y menos cantidad. Da igual si te centras en una metodología activa tipo abp, flipped classroom, gamificación, o batiburrillo de varias. Disfrutar y hacer disfrutar; dar y recibir cariño; motivarte y motivar.

En definitiva, creo que el manido objetivo del pleno desarrollo personal está muy por encima de los objetivos curriculares.

[modo quejas al viento OFF]

Comentarios

Entradas populares